Invertir en las zonas rurales del país

Por demasiado tiempo, Washington ha ignorado las múltiples crisis que enfrentan las zonas rurales de nuestro país, y el trabajo que debemos hacer para permitirles llegar a su potencial. Hemos visto a más y más jóvenes irse de las pequeñas ciudades en las que crecieron, y las cuales aman, no porque no quieran quedarse, sino porque hay cada vez menos empleos que pagan un salario digno. Hemos visto cómo se consolidan los grandes agronegocios, que ofrecen precios cada vez más bajos a los agricultores, hasta que las granjas más pequeñas se ven obligadas a cerrar. A medida que las granjas familiares desaparecen, también desaparecen los empleos y las comunidades que apoyan. Hemos visto cerrar escuelas, iglesias y centros comunitarios, y las calles principales, que alguna vez fueron vibrantes, se han cerrado. A medida que las poblaciones disminuyen, los servicios esenciales como hospitales y residencias para miembros de la tercera edad, cierran sus puertas, obligando a los estadounidenses de zonas rurales a conducir durante varias horas para recibir la atención médica adecuada.

Además de aumentar el salario mínimo, de hacer que la universidad pública sea gratuita, de invertir en infraestructura y garantizar la atención médica, debemos hacer lo siguiente para proteger y apoyar a nuestras comunidades rurales:

• Fortalecer y ampliar la aplicación de las leyes antimonopolio en contra de los monopolios de agronegocios, para que los productores de alimentos tengan una participación más justa en el mercado y así puedan negociar mejores precios y pagar por su arduo trabajo.
• Reformar los subsidios agrícolas para que más apoyo federal se destine a las granjas familiares pequeñas y medianas, en lugar de desproporcionadamente hacia un grupo de grandes productores.
• Aumentar los fondos para el Cuerpo Nacional de Servicios de Salud y expandir los centros de salud comunitarios, que brindan servicios de atención médica en áreas con servicios médicos insuficientes.
• Invertir en el desarrollo de la banda ancha en las zonas rurales y restablecer las reglas de neutralidad de la red, que han protegido a las pequeñas empresas rurales y usuarios del Internet, de las prácticas predatorias de las compañías gigantes de telecomunicación.
• Abordar la crisis de opioide que enfrentan las zonas rurales de nuestro país.
• Luchar por una reforma migratoria comprehensiva para crear un sistema de inmigración justo y humano para los inmigrantes que contribuyen tanto a las zonas rurales de nuestro país.